SE CONOCE EL NOMBRE DEL PRIMER PERIODISTA Y SE DESCONOCE EL DEL PRIMER PERIÓDICO DE SALTO
PRENSA CAPITAL SALTENA. Se iniciaba la segunda mitad del siglo XIX, y los círculos culturales de la Villa de Salto, que no se extendía más allá de la actual calle Treinta y Tres, se sentían contagiados por la gran conmoción que vivía Montevideo.
A consecuencia de la tiranía Rosista, la capital había recibido en su seno, los más altos valores de la intelectualidad argentina.
Es en este momento -transcurría 1854- que un joven brasileño llamado Bitancor, abre la primera ventana salteña en el mundo de la noticia.
A consecuencia de la tiranía Rosista, la capital había recibido en su seno, los más altos valores de la intelectualidad argentina.
Es en este momento -transcurría 1854- que un joven brasileño llamado Bitancor, abre la primera ventana salteña en el mundo de la noticia.
Su periódico noticioso, que era manuscrito, llega al séptimo número. El primer periódico que apareció en el Uruguay -La Estrella del Sur- -alcanzó a la octava publicación y ocurre una cosa extraña. Salto que ha sido tan “personal” en tantos sentidos, no lo ha sido menos en éste. En casi todas las historias de periodismo, se conoce el nombre del primer periódico y rara vez su redactor. Aquí ocurrió a la inversa, se conoce el nombre del primer periodista -merced a los apuntes del Pbro. Crisanto López- y se desconoce el del primer periódico.
Trunca esta primera aventura periodística, transcurren varios años y la Villa, ve primero -en 1858-, imprimir billetes, del flamante “Banco de
la Villa de Salto”, antes que un periódico, que reflejara las inquietudes de la época.
la Villa de Salto”, antes que un periódico, que reflejara las inquietudes de la época.
En la primavera del 59, llega a la Villa; -que hacía poco había inaugurado su alumbrado público, a base de “Aceite de potro”-, un joven montevideano, llamado José de la Hanty. En la capital había integrado la redacción de “El Comercio del Plata”, en los días de la presidencia de Pereira, Cerrada la imprenta por las duras críticas que se le hicieron a un Ministro, y reducidos a prisión sus redactores, de la Hanty se ve obligado a ausentarse de la ciudad, eligiendo para establecerse, en Villa de Salto, que se hallaba en pleno desarrollo económico.
Se establece paralelamente en Salto, la imprenta “Liberal”, dirigido por unos veteranos tipógrafos de Montevideo, los hermanos Marella. Según el historiador Fernández Saldaña, no sería ésta, la primera del departamento, pues había existido otra pequeña, hacia 1854.
De la Hanty, que el 6 de setiembre cumpliera sus 29 años, publica el 25 de ese mes el primer periódico impreso en la localidad, “El Salteño”.
“El Salteño” aparecía los jueves y domingos y contaba con cuatro páginas. Su programa inicial rezaba lo siguiente: “Llega un momento en que se sienten ciertas necesidades en la vida de los pueblos,y a la altura en que se halla el del Salto, se nota hace tiempo la existencia de una de ellas. Es la falta de un medio de dar amplias, frecuentes y exactas noticias de este punto, a aquellos con quienes se, halla en, relaciones y a otros con “quienes no las tiene, pero que le será ventajoso el establecerlas. Una imprenta y con ella el establecimiento de un periódico, era el medio de salvar esa dificultad”.
Muchos inconvenientes tuvo que vencer su director, para que el periódico saliera adelante. En primer lugar, la reducida suscripción -Salto en ese entonces no llegaba a los 8,000 habitantes-, unida a la inconstancia de Marella, quien siendo el único tipógrafo de la ciudad, tenía en sus manos la salida de “El Salteño”, y ocasionaba a veces, serios trastornos, con sus ausencias reiteradas al taller.
Un destacado colaborador del periódico, fue Miguel Santos Martínez, uno de los principales propulsores; de la primera biblioteca salteña, quien
cada quince días, publicaba un acertado enfoque sobre problemas locales.
Sus artículos se titulaban “Revista quincenal de la situación del Departamento”,y fueron recopilados por unos amigos, quienes los publicaron en
1862, en la Imprenta Liberal.
Un destacado colaborador del periódico, fue Miguel Santos Martínez, uno de los principales propulsores; de la primera biblioteca salteña, quien
cada quince días, publicaba un acertado enfoque sobre problemas locales.
Sus artículos se titulaban “Revista quincenal de la situación del Departamento”,y fueron recopilados por unos amigos, quienes los publicaron en
1862, en la Imprenta Liberal.
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